Cuando
el miedo apareció de repente y sin avisar, paralizó todos mis sentidos. Habían
pasado años desde que la vida parecía haberme sonreído y me habían sucedido
cosas maravillosas -excepto por los últimos meses, claro, pero jamás pensé que
volvería a caer tan hondo-.
El miedo
consiguió invadir cada átomo y molécula de mi cuerpo otra vez. Y, en lugar de
afrontarlo, huí como una niña pequeña huye de los fantasmas. Todos los que han
sentido el miedo calar hasta sus entrañas y anular cualquier pensamiento
positivo entenderán esto y sabrán que si eso pasa, estás perdido. Bueno, yo lo
estoy, pero solo hace falta estarlo para conseguir encontrar la salida,
encontrar de nuevo el valor.
Lo
peor de todo no solo es sentir miedo, sino tenerle miedo al miedo.
5 comentarios:
Te hablo desde la experiencia y te digo hasta hace poco estaba invadida por el miedo y, claro, es totalmente normal. Tememos dar pasos y equivocarnos, tememos amar y que nos lastimen, tememos ser decepcionadas. Pero, ¿Sabes donde está la salvación? Dentro nuestro. Tenemos que encontrar la manera de superarlo y vencerlo.
Te digo que se puede. No te rindas!
Ánimos y besos agridulces♥
Me alegro de que hayas vuelto!! Aunque espero que lo que cuentas solo sea un sentimiento imaginario, y si es real, seguro que lo superarás. Un beso!
Miedo tan solo es una palabra. Un consejo? Cree en ti.
Admitir que se tiene miedo es de valientes, es el primer paso para la subida...
besos
Cuándo vives con tanto miedo al miedo acabas por vivir en el. No dejes que eso pase y vístete de heroína, quizá algún día el disfraz este tan bien hecho que te lo creas y consigas sacar un pie de su guarida. Bonita forma de escribir, te sigo!
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