
Creo que la felicidad puede presentarse en la vida de diferentes formas y en cualquier momento. La satisfacción de darse cuenta que has superado una etapa difícil de tu vida y que ya a penas duele es una de las mejores formas de felicidad que existen. Es como cuando escuchas esa canción que hace años te hacía romperte en pedazos y llorar con cada maldita nota y ahora puedes sentirte tan sencilla y maravillosamente bien, pudiendo sentir que esas ganas de llorar ya no están y no van a volver porque has conseguido ese equilibrio que te permite sonreír y recordar aquellos momentos como algo que tenías que vivir en tu vida para aprender, madurar, seguir adelante y ayudarte a ser mejor persona.
Recuerdo que una vez escribí que las lágrimas son sonrisas que no hemos podido alcanzar. Ahora creo siempre podemos dibujar una sonrisa verdadera en nuestro rostro. Y da igual si estamos rotos por dentro o si pensamos que nunca más vamos a poder seguir adelante, porque el poder dibujar esa sonrisa y el poder seguir adelante está en nosotros mismos, en quererlo con las suficientes fuerzas para que se haga realidad.
Recuerdo que una vez escribí que las lágrimas son sonrisas que no hemos podido alcanzar. Ahora creo siempre podemos dibujar una sonrisa verdadera en nuestro rostro. Y da igual si estamos rotos por dentro o si pensamos que nunca más vamos a poder seguir adelante, porque el poder dibujar esa sonrisa y el poder seguir adelante está en nosotros mismos, en quererlo con las suficientes fuerzas para que se haga realidad.
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